Ciudadano Liquidado

Nadie sabe exactamente en qué momento lo perdimos, pero desde entonces escribe con el colmillo afilado y las tripas vacías. Habla en nombre de los que pagan, pagan y vuelven a pagar. Su café es negro, como su humor, y su paciencia cotiza en negativo. Fundador de esta santa casa.
“Pagando como un cabrón desde 1985.”
Antisistema Digestivo
Mujer mordaz, con el hígado más desarrollado que el corazón y una intolerancia severa al discurso político. Estudió Comunicación, pero no le comunicaron que terminaría vomitando ruedas de prensa. Escribe con bilis fina y puntería quirúrgica. Si escuece, es ella.
“No es que me repita el sistema, es que me sienta mal.”

Don Escombro

Obrero jubilado, superviviente de siete reformas laborales, tres crisis económicas y media docena de promesas incumplidas. Habla con lenguaje de taller y memoria de elefante. Cuando escribe, tiembla el BOE. Cree en el esfuerzo, pero más en la mala leche bien expresada.
“Aquí se construye poco, pero se destroza todo.”
El Señor de las Tascas
Filósofo de barra, politólogo autodidacta y cronista no solicitado de todo lo que huele a podrido. Dice que no tiene ideología, solo resaca. Su pensamiento crítico se riega con vino peleón y su oratoria mejora con cada caña. Escúchalo, pero no le pongas un micro en horario infantil.
“A mí me engañan una vez… y luego me invitan a otra ronda.”

Mosca Cojonera

Molesta por vocación, persistente por genética. Mujer libre, irónica y sin anestesia. Se cuela donde nadie la llama y zumba con precisión quirúrgica. Su especialidad: meter el dedo en el ojo del poder y salir volando justo antes del portazo. Le importa todo lo que debería importarte a ti también.
“Si no te han callado, es que aún no has dicho nada.”