La libertad no se negocia
Aquellos que renuncian a la libertad esencial para comprar un poco de seguridad temporal no merecen ni libertad ni seguridad.
Publicada enEstado Palabras vacías Papelera
El contrato social: ese papel que nunca firmé
Hay una mentira que nos han repetido tanto, con tanta solemnidad, que acabamos por aceptarla sin leer la letra pequeña. Nos dijeron que formábamos parte de un contrato social.
Un instante revelador
Hay un momento, un instante revelador, un punto exacto en el que te das cuenta de que mandarlo todo a la mierda es la única opción razonable.