Publicada enDisparates Gobierno
Perdón… pero con maquillaje
Apareció en Ferraz como un doliente en entierro propio: rostro compungido, mirada húmeda, traje oscuro, camisa blanca, gesto solemne.
El presidente Sánchez —ese Houdini de la culpa ajena— bajó del púlpito del poder para implorar perdón. No por lo que ha hecho, sino por lo que “otros” han hecho en su nombre.